enero 29, 2005

Birlados

Un viaje a Latinoamérica quizás no estaría del todo completo sin la frutillita del postre: ¡nos robaron!. El último día. Nosotros tan tranquilos: hablamos la misma lengua, conocemos ciertos códigos y en el medio del gringaje que tiene en Costa Rica su patio de vacaciones más próximo, tal vez sospechamos que les podía suceder más a ellos que a nosotros. Pero no. Nos tocó a nosotros, paisanos latinoamericanos.
En las estaciones o los viajes solemos ser muy precavidos con las mochilas y los bolsos de mano. Claro, como era un viaje corto, de dos horas, entre Puntarenas- donde nos dejó el ferry- hasta San José, y eran dos horas en un bus de los mejorcitos, zas, nos la pusieron cuando menos esperábamos. Pero la sangre sudaca también hizo lo suyo.
Era mediodía y a la media hora de subir al micro, como quien no quiere la cosa, empezamos a cabecear. Ambos dos. Error!!!! Antes tuvimos la imprudencia de poner nuestros dos bolsos con las cámaras de video y de fotos en las gavetas superiores. De repente el conductor dice a toda la concurrencia: "chequeen si tienen sus equipajes". Las mágicas palabras despertaron a Ari que se levantó de un salto, miró si estaban nuestros bolsos y gritó: "¡Nos robaron!". El micro estaba frenado porque acababan de descender tres muchachos en medio de la ruta desierta. Ari salió disparado como loco mientras el chofer le decía que los chorros eran esos tres pibes. Se armó una película total, Ari corriendo por las matas del borde de la ruta, detrás el chofer, más atrás yo. No se veía a nadie pero en un barcito entramos y el chofer marcó a un pibe que se hacía el que estaba ahí hacía horas. El chofer lo acusaba, el pibe negaba, nosotros no podíamos decir que fuera él porque la verdad que íbamos dormidos y no habíamos visto las caras. Ari salió corriendo camino abajo a ver si encontraba alguien. Dio con otro pibe que también negaba todo y decía que no tenía nada y que los chorros se habían ido en la dirección contraria. El chofer llamó a la policía y mientras encontró una muchila mugrosa detrás de unos arbustos. Nos preguntó si era nuestra. No, pero al abrirla ahí estaba mi bolso, pensamos que lo habían descartado pero increíblemente estaba la videocámara adentro. Habíamos recuperado la mitad del botín! Ahora nos faltaban la cámara Nikon, los lentes, los filtros, en fin, unos varios dolaritos pero nada que no se pueda comprar con Mastercard.
En minutos había dos camionetas de la cana y adentro, el pibe del bar y el otro, esposados. Una situación bastante horrible, no tenían más de 16 años ni documentos. Nos preguntaban si eran ellos, nosotros explicábamos que no podíamos afirmar. El chofer decía que s+i, los había visto bajar y le había llamado la atención que descendieran en el medio de la nada.
Curiosamente lo primero que les preguntaba la cana era su nacionalidad. Eran nicas. Uno mintió diciendo que era tico y cuando saltó la verdad, el poli le amagó con un coscorrón. Creemos que se contuvo porque estábamos nosotros ahí. El chofer del micro ya se quería ir, había pasado un buen rato. No sabíamos que hacer. El micro bajó nuestras mochilas y se fue. Cuestión que la cana iba y venía, corrían, Ari buscaba por los pastizales. La policía se fue a llevar una moto a un pueblo cercano y regresó más tarde. Nos quedamos ahí debajo de un árbol pensando que era un sinsentido y un garrón. Nos acordábamos cada vez más de lo que había en la mochila de Ari. En eso de un taller mecánico rutero, al lado del barcito, aparece un policía re agitado con un pibe más, esposado, y nos pregunta si la mochila que tenía en la mano era de Ari. Y sí! Por suerte tenía todo. No-la-po-dí-a-mos-cre-er.
De ahí fuimos con los tres pibes a la comisaría, más la cana. Si hacíamos la denuncia, nos confiscaban las cosas hasta que termine el proceso (meses, con suerte) y los chicos pasaban a la Justicia de CR. Si no la hacíamos, los chicos eran deportados a su país y dejados en libertad en Nicaragua. Tomamos la última opción, mejor dicho, no había demasiada opción. Y los ticos tienen tal resentimiento con los nicas que prefieren deportarlos y punto antes que pagarles un plato de comida en la cárcel. Por suerte también conocimos varios nicas super laboriosos y honestos. Hay de todo en la viña del señor y sin dudas ese país debe estar tan mal como el nuestro para que a un adolescente se le de para irse a otro país a afanar a los turistas. Pobres, tampoco tenían por qué saber que venimos de un territorio con las mismas fronteras desdibujadas. Y quizás por eso, nos quedamos a hacer el aguante al estilo maciel island: "Las cosas se recuperan rápido, o no se recuperan".

Le agradecimos a la poli (¡quien diría! hasta me da un poco de verguenza, pero acá yo creo que no recuperábamos nada) y antes de irnos, por las dudas, les pedimos que por favor no los golpearan. Daba la puta casualidad que nosotros trabajamos con ese tipo de chicos, tratando de que se recuperen.

Llegamos ya de noche a San José. Contentos, apenas tuvimos tiempo de comernos un taco antes de subirnos al Tica Bus. Esta compañía se manda unos tremendos viajazos de Mexíco a Panamá City. Hacia allá fuimos, una vez más, entre aduanas desvencijadas, fronteras donde hasta la caricatura de las películas que la reproducen se queda corta. Hooooras de espera interminable en cada oficina de migración para el sello del pasaporte. LLegamos a Panama City 20 horas después. Dimos un par de vueltas y a medianoche nos embarcamos en el vuelo del Lloyd Aereo Boliviano. En fin: queríamos latinoamérica, tuvimos latinoamérica al palo!

enero 26, 2005

Malpais

Bonito nombre le han puesto a un pequeño paraiso, quiza para desconcertar. Asi se llama el pueblo de Costa Rica donde estamos ahora. Dicen que durante la conquista hubo una peste y los españoles le pusieron asi. Despues hay otras teorias. En rigor son dos pueblos pegados: Malpais y Santa Teresa, que se cruzan caminando. Por estos pagos todo aun es muy rustico, apenas una calle principal de tierra que bordea la costa del Pacífico.

La poblacion se divide en grupos que se divisan a simple vista: los surfers que llegan de todo el mundo detras de lo que parece son las mejores olas, los que se vinieron a vivir aca, los perros (todos tienen un perro! o dos o tres, es como el gesto de pertenencia del habitante) y los que estan de siempre. Parece que hay gente que la vio hace 10 años, que seño tierras dejando como garantia su relojito Swatch, luego se vino con los dolares, pago y hoy este grupete es casi millonario.

Santa Teresa es una zona llena de argentinos y que esta despegando a nivel turistico. Cada dia vemos un pequeño negocio nuevo que se abre, los emprendedores pintando el cartelito de internet, bar, soda (restaurante local de madera)lo que sea. Barbara, una argentina que acaba de abrir su local de conexion web (otro tema, es un milagro que la tecnologia local logre que ustedes lean esto), nos comentaba que aca cualquier cosa que hagas tiene salida. Ayer ibamos caminando al regreso de la playa y cruzamos a un argentino de avellaneda (por unos dibujitos que tiene bordados en la panza parece que viene de la Avellaneda profunda nomas) que andaba con una canaste repartiendo tortas de coco. El kia es un cincuenta y largos, vino hace 3 meses pero los hijos hace 3 años y una de ellas puso una guarderia, la unica de aca. En fin, si te compras unas latitas de jugo o cerveza y te las llevas en heladerita a la playa, ya haces algo porque no hay ni un chiringuito.
Estamos en el hotel Gaviota: pueden ver fotos aca, al regreso subiremos las nuestras. Internet es por telefono, y aca cada telefono comparte su linea con cuatro. Imaginense: una cuarta parte de linea de telefono para un cyber entero con ocho pc. la velocidad de la luz!

La playa es indescriptible. Tratare sabiendo de antemano que nunca estare a su altura: oceano total, olas portentosas con forma de tubo gigante, verde esmeralda. Mar azul pacifico. Tanta espuma que parece nieve explotando. palmeras, guayabos, caracoles, piedras pulidas de todos tamaños y colores. arena suave. en fin, playa de alto diseño! y un clima generoso de dias soleados y noches con brisa tenue. Y atardeceres a cuenta de los de Paul Bowles en Refugio para el Amor.

Descanso. Atardeceres. Silencio. Un tramo final tranquilo para este viaje. Empieza la cuenta regresiva y ya hacemos meditacion para dibujarnos la raya en el camino de regreso a Panama City. Como dicen aca: Pura Vida!




enero 22, 2005

Ay Nicaragua

Nicaragua debe ser uno de los paises mas sufridos de Latinoamerica. Y nos recibio asi como es. La frontera es un quilombo y como nos dirigiamos a Granada, la ciudad colonial mas antigua de tierra firme en el continente, le preguntamos a un minibus si iba hacia alli, dijo que si, cargo nuestras mochilas en el techo y arrancamos. MIentras yo miraba por la ventanilla un volcan junto a un lago marron, Ari charlaba con un nica y le preguntaba cuanto demoraba el viaje a Granada. El tipo nos dice, no, esto no va a Granada sino a Managua, que queda mas lejos y en otra direccion. Es cierto que podia llevarnos hasta un empalme, pero el pibe que cobra nos queria cobrar lo mismo que a Managua, nos habia enganado y ademas nosotros no teniamos mas plata nicaraguense porque habiamos acordado un precio previo pensando que nos dejaba en Granada. Se armo una discusion total, de la que participaba todo el micro, nosotros nos negabamos a pagar como a Managua y al final el kia detuvo el micro, nos tiro las mochilas y nos dejo ahi, en medio de la ruta. Que situacion! Pero estabamos de re buen humor asi que despues de reirnos un rato de la bievenida, nos subimos a un micro que paso, re destartalado, latinoamerica profunda!, tipo school bus de estados unidos del anyo 50, y nos dejo en un pueblito. y ahi tomamos otro a una ciudad pequenya. atardecia y de pronto en el micro tes nicas que viajabanc on una chica empezaron a hacer caras de mono y a hablarnos en ingles. les explicamos que eramos argentinos y nos seguian hablando en ingles. se pusieron re pesados, les hicimos rapido corte de rostro. se pasaron las dos horas del viaje diciendo groserias entre ellos, meando en la puerta de atras del micro, fumando. al anocher el micro iba sin luces, todo oscuro adentro, y subio una nica vendiendo refrescos y gaseosas y de paso uno le pidio si no le ahcia un favor sexual manual ahi atras en la oscuridad. madre mia! finalmenet en un cruce el driver se puso a gritar Masaya, Masaya, masaya -el nombre de la ciudad a la que ibamos-. Aca es costumre gritar el destino del micro varias veces, como quien anuncia Incendio! Socorro! y de pronto te tiran las mochilas en medio de la ruta y vos estas arriba del bus todavia y no sabes si tirarte con tu equipaje o no. Pasado este instante, nos quedaban unos pesos nicas y dos dolares en billetes asi que con eso convencimos a un tachero que nos lleve a Granada y por fin media hroa despues llegamos y el hotel estaba bien y la ciudad preciosa.
Al dia siquiente nos cambiamos de hotel. Encontramos uno pintoresco, lleno de gringos, medio excesivamente hippie pero colorido y agradable. Cuando pasamos el equipaje resulta que habia un olor a cloaca tenebroso. Nos apsamos la tarde tratando de encontrar otro lugar. Imposible. Nos caminamos toda la ciudad que por cierto es bellisima con sus casas coloniales de colores y la gente en las veredas descansando en las mecedoras. Finalmente conseguimos un sitio apropiado. Pero la evrdad es que todo se hacia aspero y ademas caro, asi que decidimos partir. A las playas nicas, tan famosas por aca.
Llegamos a la costa de San Juan del Sur, pueblo playero. Habia una tormenta de viento que llevaba 3 dias. NO se podia ni caminar. No la podiamos creer. POr suerte encontramos hotel con tele y lindo, asi que nos pasamos la tarde mirando noticieros amarillos, una entevista a gloria Trevi y boludeces varias. Pobre Nicaragua. NI el clima la acompa;a. La gente dice que la revolucion fue algo muy triste, que la contrarevolucion fue peor. Son pobres, trabajadores, y muchos van a Costa Rica en
busca de trabajo. Y en CR les ehchan fli, les pagan mal y los discriminan. NIcaragua tiene precios dolarizados, aunque cueste creer, pero un maestro gana el equivalente a 30 dolares. Eso creo que lo dice todo.
En San Juan del Sur todo el teimpo parecia que se largaba una temenda tormenta, la que le sigue al viento fuerte. Pero nada. Los techos estaban a punto de volar. Senal rapida de que debiamos abandonar Nicaragua, al menos por esta vez. Estuvimos cuatro dias. tuvimos un par de charlas memorables con gente preciosa. NOs quedamos con ganas de conocer mas este paisito tan castigado, tan olvidado, tan triste, tan aspero.

Manuel Antonio, de novela

Estuvimos una semana en Manuel Antonio, una playa de novela en una posada de novela con nombre de novela y gente idem. Vista Serena, asi se llama la posada, es el emprendimiento de una tica que crecio en California y hace un anyo y medio que regreso a su tierra. Se llama Sonia y es un personaje. Y como tal, pareciera que atrae a gente asi a su alrededor. Su hijo Conrad, habla un espanyol con un acento gringo total, y a los 18 anyos maneja esa posada con una lucidez total y baila salsa como si hubiera nacido en CR.
En lo de Sonia, les contaba, conocimos a Brian, un ninyo de 15 que a los 13 sufrio un accidente con fuego y estuvo dos meses en el hospital. Brian tiene una camarita de fotos del tamanyo de una tarjeta de credito. Se levanta a las 6 de la manana para ver el amanecer -dice que despues de dos meses en el hospital y unos dias en coma, quedo desorientado y necesita ver el sol cada manyana-. Nos hizo morir de risa con su teoria sobre los gays> tiene una tecnica que consiste en mirarlos un segundo, como quien dice @te vi@, luego les sonrie y ellos le sonrien. Y al final siempre la conversa parece que termina mas o menos igual> le sueltan, me hospedo en tal hotel, y Brian se rie y dice que le gustan las chicas y se va. Le hace fotos sin que nadie se de cuenta a una gringa adicta que un dia durmio 18 horas seguidas. Sonia se acercaba a su cama a tocarla. La gringa es una munequita y esta tan loca que lo unico que sabe decir en espa;ol es @tengo la mejor droga@. Digamos que aca nadie le da cabida pero la cuidan bastante, porque se le da por irse con pandillas de gringos al banyo de las discos. Luego esta Brandy, un ny que esta aca estudiando espanyol. Shana una enfermera de California que habla re bien nuestra lengua. Perla, una italiana que hace su doctorado en Princeton en Letras Latinoamericanas. Una semana atras su novio le dijo que se iba a Brasil a casa de una ex novia carioca. Y Perla se saco un pasaje a Costa Rica y aqui esta, haciendo amigos. Esta tambien Elisabeth, una profesora de yoga de Ny que tiene a la hija aca, no se llevan del todo bien, pero Elisabeth ejerce una suerte de madre sustituta con Brian, el pendex que se salvo de la muerte.
Despues de una semana decidimos que ya estabamos bastante relajados y emprendimos el camino a Nicaragua. Brian vino con nosotros en el taxi, porque volvia a su pueblo Parrita, en CR, despues de una estadia en Vista Serena, invitado x Elisabeth. Hubieran visto como lloraba esta mujer cuando lo despedia agitando la mano desde la ventanilla a las 6 de la manyana.

enero 14, 2005

Costa riceando

Todos hablaban tan mal de San José que llegamos y no pareció tan tremendo. Es más: nos empezó a gustar. Sólo estuvimos una noche pero vaos a volver al bajar para Panamá City. Ya hicimos migas con un argentino, Guido, que inauguró una pizzerìa. Y con la italiana que regentea el Green Hostel donde estuvimos.
Después de una noche de una cocina asiática tremenda (un pez hecho a la vietnamita, limonada de jengibre y satay de pollo tailandés), nos subimos a un bus rumbo a la costa del pacìfico. Un detalle importnte: acá en Costa rica apenas terminás de comer te levantan el plato. Nunca escucharon hablar de sobremesa. Y cuando te metés el último bocado correcto en la boa, te quedás con el pancito en la mano como un zombie mientras el camarero te saca el plato, las salsitas y todo el show. Y uno se queda masticando su pequeña rabieta. Acaso mi dinero no vale????

El viaje hacia la costa fue una escalerita caracol. Se revuelven todas las tripas. Y tardamos como 5 horas ara hacer 180 km. Llegamos a Manuel Antonio (que nomrbe le pusieron estos ticos!) y el bus nos dejó en un hostel al que llegamos
derivados por Orietta, nuestra anfitriona de San José. Al llegar la dueña de Vista Serena (un hostel, no una novela de Cris Morena, aunque suena un poco así) nos contó que teniamos que compartir el baño y el cuarto. Yo puse una cara de tanta desazón que se apiadó y nos puso en un cuarto solos con cama doble y todo.

El sitio es un paraíso. Manuel Antonio tiene unas playas de aguas turquesas, bordadws de palmeras y cocoteros y guayabos donde refugiarse del sol y respirar un poco de frescor. Las olas son de diseño. La temperatura del agua, perfecta. Siempre te dan ganas de una zambullida. Te podés quedar horas hasta quedar hecho una pasa de uva.

Está lleno de hoteles y resorts y nuestro hostal es un lugar especial en medio de todo eso. En mi vida hablé tanto en inglés y hasta Ari se animó con sus primeras frases. I ´m Ariel, I am from Argentina. How are you? I am fine. Son todos gringos o casi, todos con una historia de personajes total. Parece una novela. Un par de veces ya fuimos a cenar o esta noche a bailar todos juntos. Muchos de ellos están estudiando español en CR (linda excusa!) y otros es la 3ra o 9na vez que vuelven, incluso al hostal, regenteado por Sonia, una latina que vivió en California hasta hace año y medio.


Los días transcurren desayunando en la galerìa con vista al mar del hostal, los atradeceres en la hamaca, el sol en la playa. charlas en lenguas. mangos. paltas. licuados de sandía, de piña, de papaya. café de costa rica. yogur de frutos tropicales. alguna cerveza fría a la noche. música y lecturas. un lindo oasis desde donde les enviamos a todos las mejores vibras.

Salvados por el concejo de la isla

La orden fue implacable y salvadora. Estábamos nominados para abandonar la isla Colón en el archipiélago de Bocas del Toro, en el caribe panameño. Al quinto día de estadía el concejo esgrimió las siguientes razones:

- cinco días de lluvia y uno de sol...
- cielo nublado, plomizo, gris agobiante
- carencia de playas cercanas a las que llegar a pie. para moverse a otras playas había que tomar botes (minimo 2 u$S ida y otros tanto la vuelta, por persona, of course)
- pronóstico meteorológico incierto

La cerecita fue un día que nos aventuramos a la isla de Bastimentos. Al peor estilo Expedición Robinson, tuvimos que cruzar un monte de barro chocolatoso como arenas movedizas para llegar a la playa. El camino era selva densa, calurosa, donde nos chapoteaban las zapatillas. Se nos hundían los pies, caìmos varias veces, too much calor y esa lluvia. Plena selva encharcada. Bastante duro y demasiada adrenalina para dos almas que buscaban una playa donde lagartear.

Ya relajados, bañados, bien alimentados de frutas tropicales, chocolates con torta por la tarde y cervezas por la noche, con varios libros leìdos, decidimos partir. La suerte que lo hicimos! tomamos la lanchita por la mañana, se le rompió el motor en medio del mar (momentos que no pasaron al hondo dramatismo pero inquietaron a los 20 turistas), llegamos a tierra firme y juramos ya no abandonarla. De ahí a la frontera con costa rica: el border más latinoamericano que se pueda imaginar uno. Un puente de hierro oxidado con el piso de listones de madera desvencijados. Cruzamos a pie, junto con los camiones, una postal. Ibamos al caribe costaricence, a una playa llamada Puerto Viejo pero como al pasar el bus x ahi seguía lloviendo, le pedimos al mr driver que nos extendiera el pasaje y seguimos 4 horas más hasta San José, capital de Costa Rica. Al día siguiente de llegar, vimos los titulares de los periódicos: el Caribe panamaño y tico han sufrido inundaciones muy severas. Hay miles de evacuados, agua hasta los techos de las casitas de chapa de colores. Bocas del Toro está incomunicada. Se rompieron los puentes. Lloviò en un dìa lo que todo un año.

enero 06, 2005

El toro por la boca

Menudo nombre le pusieron a este archipièlago. Las Bocas del Toro quedan en el caribe panameño y llegar acá insumiò pasar un dìa en un pueblito calurosìsimo llamado David, varias horas de micro y 30 minutos de lancha. Es un pueblo muy chiquito y pintoresco, y parece que esta temporada arrancò el boom turìstico. ´Hay bastantes gringos y holandeses o europeos colguettis que se quedaron a vivir aca y pusieron la pizzeria Alberto o la hosterìa donde estamos.
El lugar es muuy crazyporque es como una pelìcula de Spike Lee caribeña. Hay unas mezclas de gente que aunque le veas la cara nunca sabès con què idioma te van a hablar. De repente viene un negro re Bob Marley rastafari y te habla en español con acento colombiano. O una mulata que te habla en holandes. Gente que habla Patois, una mezcla de antillano, español e ingles, y gente que dice un pedazo de la frase en cada idioma. Locura!
El centro es una avenida de 4 cuadras, la 3, muy angosta y llena de casitas de madera elevadas junto a la orilla del mar. Amarillas, verdes, azules. Este sitio es la base para explorar las islas que nos rodean, que todos dicen que estan re guenas pero aun no las vimos.
El unico tema que demanda nuestra atencion, ademas del estado del tiempo, es el fluir de los dolares. Acà todo està dolarizado. Y los precios no son los de Argentina, tampoco son astronòmicos pero cada vez que entregàs los dolaritos, una làgrima està a punto de escapar.
Mientras los gringos compran tierras por estos lares, nosotros caminamos, dormimos, leemos. El sitio no deja de ser medio raro, porque todavìa no es del todo turìstico y entones cruzàs una calle bonita y estàs en algo mas villa-villa diria de la guarda. hoy descubrimos que la pista de aterrizaje comparte el mismo terreno con la canchita de futbol, con arco y todo!
Ayer fuimos a una de esas playas con palmeras de postal, agua tan cristalina que se veian unas enormes estrellas de mar rojas y hoy nos vino bien que estuviera nublado todo el dia. En verdad desde que estamos aca van 3 dias nublados y 1 bueno, pero es todo tan verde, tan humedo, tan palmeril, que eso no nos altera. Estoy deseando estar a un paso del aburrimiento (y no lo logro). Es lo contrario de la india. Y la por unos dias viene mas que bien.


enero 02, 2005

Primeros turistas del año en Panamá City

De existir el premio que se da a los turistas en Mr del Plata, nos hubièramos quedado con el pan dulce y la sidra. No solo fuimos los primeros turistas que bajamos del avión en Panamá (el resto del aviòn siguió a Cancún) sino también las dos únicas personas en todo el aeropuerto. Llegamos acá a las 2 am. Nuestras mochilas ni siquiera pasaron por la cinta, porque eran el único equipaje que tuvieron que bajar del avión, así que quedaron tiradas en un rincón. Nos reíamos con el Ari: todo lo contrario de la India.
La tercera persona que había en el aeropureto era un panameño con un cartel que decía "Srta Ludueña", que era de la combi que contratamos por internet para que nos llevara al hotel. El chofer se pasó el camino cabeceando y yo pensaba "No salvamos del Tsunami y nos vamos a estrolar por culpa de ser precavidos por primera vez" (ya saben, jamás nadie nos ha ido a buscar a un aeropuerto).
Llegamos sanos y salvos. Mucha charla para que el chabon no se durmiera. Todo bien, somos sacadores de temas pro. El domingo panamá era como Kuala Lumpur en Año Nuevo Chino: todo cerrado. Es una ciudad mezcla de Constituyon con Kuala Lumpur, Johanesburgo y Mumbai. Con ligeros toques de Salvador de Bahia. Un puñado de edificios espejados sobre la bahia, a lo yanqui, mucha seguridad por todas partes. Colorido. Palmeras. Tropical. Calor. Y a mover las cabezas.
A la tarde nos tomamos un bus a David, donde estamos ahora. Pensábamos comprar una guía de viaje porque la verdad no tenemos mucha idea ni de donde estamos ni adonde vamos. Es domingo al mediodía. Y se respira Caribe. Todo salsa y vallenato. Y mulatonas por todos lados. Acá las mujeres son una especie de garotas con delanteras prominentes y trasero con acoplado subidos a plataformas y envueltas en ropa ajustada y de colores, con tres o cuatro guaguitas detrás.
Acá nos damos cuenta que la India fue un entrenamiento total para cualquier tipo de avatar viajero. No nos asombramos mucho por la calidad de las habitaciones, desayunamos café con tortillas y carne frita (una especie de pastrón que impresionaba por su colorete rojo pero estaba muy ok)y le damos para adelante. Vacacionar en español hace todo más fácil. A veces no entendemos bien y pedimos que nos repitan, y viceversa. Ayer un taxista nos dijo:

- Qué bien aprendieron el español! Son holandeses, no?

Vamos a ver si encontramos una librería. Sólo sabemos que estamos en la frontera con Costa Rica y que queremos ir a la playa.

Ari & Maru

Derribando Mitos 1: Año Nuevo en el aire

Lo primero es lo primero: FELIZ 2005 para toda la cybermonada

Para nosotros el 05 empezó de una manera bastante insólita: subiendo por la manga del avión, mientras imaginábamos sus caripelas levantando copas y celebrando en BUE. Estábamos en el aeropuerto de Santa Cruz de la Sierra y el vuelo rumbo a Panamá se retrasó unos minutos. En Bolivia era una hora menos que en ARG así que, nada de nada.
Supusimos que a la hora del cambio de año, habría un brindis con matracas, saludos a sirenas y constelaciones estelares, que el piloto haría un looping y algunos saltos en picada, pero grande fue nuestra sorpresa. No pasó nada. Ni una copita de agua!!! Pero nosotros llevamos el festejo adentro, brindamos con todos ustedes una vez más, nos miramos con cara de "las cosas importantes no siempre pueden quedar en manos de los demás" y para la próxima llevaremos nuestra botellita personal de champagne. Y como dijo Ari: bueno, por lo menos no nos comimos la cena opípara y bacanal que según Chiche Gelblung equivale a las calorìas de dos docenas y media de medialunas. Pero la verdad que la extrañamos.