febrero 26, 2004

Extranos ritos en la frontera paki

Amritsar nos esta deparando sorpresas y magia. Los sijs nos caen bien, y ademas tienen toda una estructura aceitada, que funciona y hace la experiencia mas suave. Al estar alojados dentro del complejo nos sentimos de pelicula. Caminamos descalzos por los pisos de marmol inmaculado y escuchamos las 24 horas por los altoparlantes los canticos que se emiten desde adentro del templo dorado.
Son mantras que canta una banda de musica en vivo: 10 personas vestidas de blanco, turbantes de colores y barbas hasta el pecho, mientras veneran el Adi Granth, su librio sagrado, su biblia. Y escuchar ese sonido ritmico y envolvente, de tambores, telclados y tin tin tin que sobrevuela las cupulas blancas y el espejo de agua, se te mete en el cuerpo y te infunde encanto.
Algunos de estos textos sagrados, que a la vez provienen del sanscrito, son los que se usan en el Kundalini Yoga. O sea, todo tiene que ver con todo, o mas o menos, o es lo que entendi.

Cuestion que a traves de mi profe de yoga, Corina, que tuvo la generosidad de pasarme un contacto, terminamos con el Ari envueltos en una aventura mas. Asi fue como conocimos a Hari Mandel, un americano de origen libanes, de 23 anios. Su familia vive en New Mexico, Usa, pero el esta aca estudiando en desde los 8 anios!!! Es que en Amritsar funciona una escuela muuuuuy especial, la MIri Piri Academy. Es un colegio donde los chicos, todos occidentales, de rostros blanquisimos, ojos claros y turbante blanco en la cabeza, viven y estudian para ser lideres. Los vimos ahi, haciendo su bastidor para la clase de arte, en el taller de joyeria, estudiando cuatro idiomas (hindi, punjabi, aleman, espaniol), matematicas. En fin, es un poco loco. Los pibes se levantan a las 5 de la matina everyday. Hacen su clase de yoga y luego estudian y duermen ahi y juegan al criket al basket y van al templo dorado y a la ciudad dos veces por mes. Y tienen una caripela que no vi nunca, como la piel lisita y estirada y eterea del cero estres. Pasan 3 meses del anio junto a sus padres, en Alemania o Estados Unidos. Hari Mandel termino esta escuela, y se quedo aca estudiando musica clasica hindu. Dice que EEUU es una locura, que prefiere la devocion y la paz hindu.

Con Hari Mandel fuimos en su precioso auto, tomando leche de soja y escuchando musica, a la frontera con Pakistan, donde todos los dias tiene lugar una ceremonia reloca: los hindues se sientan en una tribuna de un lado y los pakis enfrente. En el medio unos soldados con unos sombreros ridiculos, bigote ridiculo y pasos ridiculos, hacen una suerte de show y cada bando se pone a los gritos como si fuera la cancha, Viva la India carajo y bla bla y bailan como en las pelis y se enfervorizan y es algo insolito. Nos reimos un rato y la pasamos super, porque Hari Mandel adems es un encanto de persona. Va todo vestido como sij, turbante azul en la capocha, barba negra larga, vestido azul hasta los tobillos y sable en la cintura. Ira a Buenos Aires y ya esta invitado a comer pizza a casa: es vegetariano, nada de asado salvo de verdurita.