febrero 10, 2004

Bye bye Gokarna, welcome to Cochin

Nos fuimos del pueblito donde Shiva supo renacer del inframundo a traves de una oreja en las rocas. Pero antes, nos metimos a ver la famosa grieta en un acantilado pegadito al mar. Pasamos una semana preciosa en Gokarna. Es re loco que en tan poquito tiempo se forme como un minicosmos de pequenios lazos, y al dia de irnos anduvimos saludando a varios.
Ya conociamos al modisto (le llevamos un par de telas para que nos pespuntee los bordes que andamos deshilachando en la playa), a las chicas de los negocios (please madame, come and have a look at my shop), al frutero, al kiosquero de frente al hotel, al pibe del cyber, a la gente de la playa. A VG Pai, nuestro guia. Al tipo que nos cambia plata. A los kias del GOkarna Hotel International. A los hindues que a veces nos atienden en alguno de los cuatro restaurantes del pueblo. Es increible pero aca la gente trabaja de re chiquitita. Por otro lado,algunos pibes q tienen 15 anios, parecen de 11. Pero lo del trabajo infantil es algo duro y heavy, y te da un poco de cosita que pendex que deberian estar en la escuela esten atendiendo el negocio.

Cambiando de tema y yendo un poco mas pum para arriba, aca conocimos unos trotamundos increibles: Marta, una espaniola re ondina que esta hace un ani trabajando en lo de la Madre Teresa y nos paso mucha data; un matrimonio de italianos jubilados que venian de Sri Lanka y las ultimas vacanzes se recorrieron Africa en motor home durante 4 meses; Sohud, una noruega que muere por las buenas playas y es muy buena onda.

Salimos del pequenio paraiso, muy tranquilo (salvo las bocinas, que como en toda India no se tocan ante una senial de peligro sino todo el tiempo, para avisar que ahi vienen, sin parar pi pi pi pi) y muy a escala pequenia con sus peregrinos. Y nos tomamos un tren de 15 horas. Ya nos animamos a una clase mas barata. Los asientos/cama son bastante duros. Pero va bien. Pasan vendedores gritando todo el tiempo. Pero pasan mas mendigos. No saben lo que es: un desfile de gente que se te para al lado y te muestra su no mano, y sin intervalo viene inmediatamente detras otro te muestra que no le quedo ningun dedo, otro que es anciano, todo doblado y mendigo, una chica con un bebe. Es tremendo. Pero el ser humano se acostumbra. A veces das plata, otras galletitas o caramelos a los chicos, a veces te acordas que en tu pais es un poco asi, a veces te hincha las pelotas. Y a veces les das y se te quedan pidiendo mas. Es triste, porque la desigualdad es tan asquerosa. Hay gente aca que tiene toda la torta.

Tras un viaje largo y caluroso llegamos a Fort Cochin, mas al sur. Es una ensalada extrania de musulmanes, hindues, judios, con influencias de arquitectura holandesa y portuguesa. Es lindo, pequenio, bastante turistico y una mezcla de San Telmo y el Tigre, sin palmeras. Hoy entramos a un cafe y estaba sonando la Misa Criolla con Jaime Torres y Mercedes Sosa.